Proyecto Pastoral Marco
Introducción
1. Nuestro punto de partida
2. Los protagonistas
3. Los destinatarios
4. Nuestro modelo eclesial
5. El proceso trinitario de evangelización: objetivos pastorales y
educativos
6. La acción pastoral
6.1.
Ambiente educativo - Pedagogía del Umbral
6.2.
Evangelización - Diálogo Fe-Cultura
6.3.
Catecumenado - Profundizacion en la fe
7. Los órganos de animación
8. Seguimiento y evaluación
INTRODUCCIÓN
El presente Proyecto de Pastoral Marco parte del Ideario que
caracteriza los Centros Educativos Trinitarios de la Provincia del
Espíritu Santo-España Sur, enmarcados en la tradición redentora de la
Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos que, mediante su
compromiso educativo-evangelizador, transmite los valores esenciales de
libertad y acogida para la construcción del Reinado de Dios.
Los trinitarios nos sentimos especialmente interpelados por el
llamamiento de la Iglesia a la evangelización. La misión eclesial de la
Orden de la Santísima Trinidad se fundamenta en la oferta de
misericordia y redención a los perseguidos, los despojados de los
derechos de libertad y justicia, pobres y abandonados, a los que aún no
creen en Cristo y a los que necesitan ayuda y fortalecimiento de su fe (cf.
Constituciones de la Orden de la
Santísima Trinidad, 5).
Uno de los cauces para la realización de esta misión redentora es
la escuela. Desde ella realizamos nuestra misión pastoral: anunciamos la
Palabra liberadora de Dios, la hacemos madurar –catequizamos-, creamos
la comunidad que celebra su fe y que la anuncia mediante el testimonio
de los valores del Reino, promocionamos la justicia.
Por ello, en el Proyecto Educativo Evangelizador de nuestros
Centros ocupa un lugar central la dimensión redentora y pastoral, forma
parte de su razón de ser. Toda la dinámica de los colegios trinitarios
se orienta en este sentido, creando las condiciones ambientales y
personales para la transmisión de la fe, superando la mera enseñanza
académica, pero cuidando la calidad esencial de nuestra oferta
educativa. Nuestra finalidad apunta a la comunidad cristiana, que
orienta y sustenta la comunidad educativa, dentro de la Iglesia local en
que nos hacemos presentes.
A partir de este planteamiento, el Proyecto Educativo Evangelizador
de los colegios trinitarios de la Provincia del Espíritu Santo-España
Sur propone como eje central de toda la actividad educativa la educación
en la fe. De aquí surge la necesidad de un Proyecto Pastoral del colegio
trinitario. En él se seleccionan los objetivos
prioritarios comunes de nuestra acción pastoral, determinamos los
criterios de actuación y fijamos las acciones que constituyen la
planificación pastoral de cada centro. Así buscamos responder con
fidelidad a la misión redentora propia de la Orden de la Santísima
Trinidad, en la identidad transmitida desde San Juan de Mata y todos los
hombres y mujeres que han vivido tras él su compromiso por la libertad.
1. NUESTRO PUNTO DE PARTIDA
En continuidad con el carisma liberador de la Orden de la Santísima
Trinidad, nuestro proyecto pastoral nace de la raíz de la caridad,
y pretende la construcción de una escuela como espacio abierto para la
iniciación en los valores sociales y evangélicos que permitan una
sociedad más justa e igualitaria.
El Proyecto Educativo propuesto en nuestros Centros Educativos
constituye un proceso evangelizador a tiempo completo, que parte de las
acciones pastorales orientadas a la consecución de los fines propios y
que se proponen a toda la Comunidad Educativa en los tiempos y medios
que cada circunstancia establece. Conocer bien los problemas y desafíos
de la realidad colegial y su entorno, así como los rasgos positivos o
motivos de esperanza, permitirá que nuestra acción pastoral sea
verdaderamente evangelizadora.
2. LOS
PROTAGONISTAS
En una Iglesia donde todos son llamados a evangelizar, nuestro
proyecto quiere contar con todos los creyentes que forman parte de la
Comunidad Educativa, buscando la comunión y la complementariedad, de
modo que puedan ser protagonistas, facilitando las motivaciones y la
formación necesarias, evitando el individualismo y actuando como
miembros de la Iglesia-comunidad.
Desde una Iglesia servidora del Reino, que se siente en
continuidad con los otros grupos humanos (iglesias cristianas,
creyentes de otras religiones, todos los hombres de buena voluntad),
queremos contar con todos para llevar adelante nuestra acción pastoral
en línea del carisma trinitario, favoreciendo la corresponsabilidad.
Todos los miembros de la comunidad educativa son invitados a sintonizar
con los valores fundamentales del Proyecto Educativo Evangelizador.
Nuestra escuela quiera dar una respuesta global a las múltiples
necesidades del joven de hoy. No sólo los profesores sino también otros
muchos educadores participan en el proyecto educativo del centro y se
convierten en agentes de pastoral: religiosos, orientadores, animadores
de grupos juveniles trinitarios, colaboradores en actividades culturales
y deportivas, padres y madres y los propios alumnos.
3. LOS
DESTINATARIOS
La tradición trinitaria que encarna nuestra acción pastoral y
opción educativo-evangelizadora muestra una clara preferencia por los
más necesitados, sin exclusivismos, tanto del entorno como del interior
de la Comunidad Educativa.
En el interior de las estructuras propias de nuestros centros
encontramos los destinatarios reales del Proyecto Educativo
Evangelizador, para los que se programan ofertas pastorales diferentes o
alternativas, según sus niveles y opciones, de modo inclusivo. Para ello
tiene en cuenta las necesidades específicas de sus destinatarios, que
reconoce en los alumnos, antiguos alumnos, personal docente, personal de
administración y servicios, padres y madres de alumnos y comunidad
trinitaria.
De modo preferente queremos acercarnos a los alumnos con especiales
necesidades o carencias socio-educativas y religiosas, a los que
muestran mayores índices de inadaptación social, a las familias
desestructuradas o con necesidades de formación específica, al personal
docente y no docente y antiguos alumnos con necesidad de espacios de
acogida y encuentro en la fe, a los signos de “pobreza” en los valores
religiosos y sociales. La labor de prevención es la base de nuestras
acciones pastorales específicas, en línea de las preferencias
carismáticas propias del ideario trinitario.
4. NUESTRO
MODELO ECLESIAL
Nuestra propuesta pastoral parte de un modelo eclesial comunitario,
que evangeliza desde el signo de la comunidad, promueve lazos de
comunión entre las personas, impulsa la creación de comunidades de fe.
En línea carismática trinitaria queremos construir en nuestros
Centros Educativos una Iglesia que se siente signo del Reino de Dios,
que se presenta como servidora, siempre del lado de los débiles,
promotora de una sociedad solidaria en el valor fundamental de la
libertad.
La comunidad educativa, alumnos, antiguos alumnos, personal
docente, personal de administración y servicios, padres y madres de
alumnos, y comunidad trinitaria, se reconoce como comunidad eclesial,
una Iglesia que se siente «pueblo de Dios», dejando atrás el
clericalismo, con una misma dignidad recibida del Bautismo,
convirtiéndose cada uno, desde su vocación y ministerio, en signo para
todos los demás. Los Centros Educativos trinitarios son ámbitos de
pastoral que realizan su misión evangelizadora en coordinación con la
parroquia, ya sea trinitaria o diocesana, y con otros organismos
eclesiales, como parte de la única acción evangelizadora de la Iglesia
particular.
5. EL
PROCESO TRINITARIO DE EVANGELIZACIÓN: OBJETIVOS PASTORALES Y EDUCATIVOS
No se puede evangelizar en abstracto, ni de manera
uniforme. «Lo que importa es evangelizar
(...) la cultura y las culturas del hombre (...), tomando como punto de
partida la persona y teniendo siempre presentes las relaciones de las
personas entre sí y con Dios. (...) La evangelización no sería completa
si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de
los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta, personal
y social, del hombre... » (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi,
20.29).
Objetivo 1.
Recuperar la escuela como un proyecto integral de educación, desde el
saber ser y el saber convivir, garantizando cuatro elementos importantes
del proceso trinitario evangelizador: el testimonio de vida, el anuncio
explícito de Jesús, la profecía de lo que está más allá de la realidad
humana y la creación de espacios comunitarios para la relación, la
solidaridad y la justicia, promoviendo el cambio interior de la persona.
Objetivo 2.
Centrar la dimensión evangelizadora y la calidad de la enseñanza en el
anuncio de la misión propia, sin quedarnos en el plano académico,
orientando prioritariamente a la educación en los valores evangélicos,
la prevención, la sensibilización de la comunidad educativa frente a
las esclavitudes actuales y la formación en la solidaridad.
Objetivo 3.
Presentar un modelo contextual nuevo, solidario y justo, fundamentado en
el testimonio liberador de cada agente evangelizador y del centro en su
conjunto, permitiendo el paso de la escuela como “centro de enseñanza” a
la escuela como “ámbito de vida”, llegando a todos los fragmentos
sociales en que estamos situados.
Objetivo 4.
Trabajar la pastoral juvenil y vocacional como elemento central, con
creatividad y entusiasmo, profundizando en la identidad propia y
favoreciendo el despertar vocacional.
6. LA ACCIÓN PASTORAL
Nuestro Proyecto Educativo Evangelizador quiere integrar en un
único proceso la maduración humana y cristiana de los jóvenes,
principales destinatarios del mismo. De ahí que se entienda como una
sucesión de propuestas educativas y acciones pastorales que pueden
ser aceptadas o rechazadas desde la libertad de los destinatarios, pero
que favorecen, a quienes lo desean, avanzar en su proceso de maduración
hasta alcanzar los últimos objetivos.
Cada centro educativo trinitario establece su planificación
pastoral anual a partir del esquema de educación en la fe que se
presenta en tres grandes propuestas desarrolladas en círculos
concéntricos, como en una espiral cada vez más profunda que mide la
intensidad de las acciones pastorales.
6.1 Ambiente educativo
– Pedagogía del Umbral
Proponemos un modo de ser y de situarse en el mundo ante la vida,
la sociedad y Dios que conforma el ambiente educativo y primer círculo
de actuación pastoral, la «pedagogía del umbral», porque
intenta poner a la persona en camino, y la capacita para hacer opciones,
«cruzar umbrales» en su proceso de maduración, hasta llegar al umbral de
la fe en Jesús.
Nuestro modelo educativo parte de los valores que fundamentan la
persona y la sociedad, siempre desde la perspectiva del Evangelio;
cultiva la actitud y la capacidad para transformar la sociedad, con
especial acento en la promoción de la justicia; y fomenta el desarrollo
de la capacidad de búsqueda, de sentido crítico, de apertura al
Misterio, todo ello en la identidad carismática trinitaria del centro.
Las líneas de acción pastoral propias del ambiente educativo
suponen la organización y entorno general del centro desde estos
valores. Hay una serie de factores que intervienen de modo particular:
el entorno, los horarios, las facilidades para la interrelación, la
participación, la conexión con el exterior del centro, que cada Plan de
Pastoral anual cuida en los siguientes medios:
Una
pastoral del entorno,
que atiende a la acogida, la ambientación del centro en los diversos
momentos celebrativos del año, la oración de la mañana y facilita el
encuentro por medio de espacios apropiados.
Una
pastoral vocacional,
que crea cultura vocacional en el centro y recupera las preguntas sobre
la propia existencia y la misión personal, apoyándose en el Plan
Tutorial y en las actividades de la Semana Trinitaria.
Una
pastoral relacional,
que educa en los valores y para la igualdad y que atiende a la
diversidad, teniendo en cuenta a los alumnos con especiales necesidades
humanas, afectivas e intelectuales, cuidando la elaboración de
adaptaciones curriculares desde el carácter trinitario del Centro; que
promueve el encuentro y la convivencia entre todos los miembros de la
comunidad educativa y facilita a los docentes la formación
institucional-carismática adecuada para asumir su función educadora.
Una
pastoral del medio social,
más allá de acciones puntuales en campañas solidarias, sin dejarlas a un
lado, llamados a ser agentes colectivos de transformación social,
conociendo y comprometiéndose con las situaciones de injusticia y
opresión. Los Centros Educativos trinitarios encuentran en este campo
uno de sus fundamentos, abriendo caminos a la conciencia crítica
mediante la animación de un proyecto solidario-trinitario común, la
participación en campañas eclesiales y la jornada social trinitaria.
Una
pastoral mística y trinitaria,
que dinamiza el acceso al umbral de la experiencia religiosa y de la
experiencia de Dios, y sitúa a cada miembro de la comunidad educativa
ante los elementos espirituales propios del carisma trinitario, sin
desentenderse de los problemas e injusticias de las personas. La
dimensión mística va más allá de la mera realización de celebraciones y
gestos espirituales, supone una íntima relación entre lo celebrativo-espiritual
y el compromiso social-educativo, como reflejo de las relaciones
intratrinitarias de Dios: convivencias-retiro con alumnos y profesores,
celebraciones en momentos litúrgicos, religiosos y académicos de
especial relevancia, celebración de las festividades trinitarias,
creación de espacios y tiempos para la oración, conocimiento e
identificación con la figura de San Juan de Mata y otros que han vivido
el carisma trinitario a lo largo de la historia.
6.2 Evangelización – Diálogo Fe-Cultura
El diálogoentre la fe y la cultura, supone una doble faceta, en
primer lugar la
evangelización de la cultura, transmitiendo una cultura
abierta a las dimensiones espirituales y religiosas, a perspectivas
evangélicas. Se ha de realizar a través de cada área de contenidos en
base al Proyecto Curricular del Centro, sin escindirlo del proceso
trinitario de evangelización.
En segundo lugar, la
inculturación de la fe, en cuanto propuesta explícita
del sentido cristiano del mundo, de la persona y de la historia,
presentando las claves cristianas para la interpretación de la realidad.
Es labor propia, aunque no exclusiva, de la Enseñanza Religiosa Escolar
(ERE).
Las líneas de acción pastoral de este círculo están orientadas a
potenciar la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE), coordinando las acciones
pastorales con los contenidos curriculares de la asignatura de religión,
mejorando los recursos didácticos y la formación adecuada en el resto de
áreas educativas.
6.3
Catecumenado – Profundización de la fe
Como complemento a las actuaciones pastorales de los círculos más
externos del proceso evangelizador alcanzamos las acciones orientadas a
la propuesta y profundización de la fe en toda la comunidad educativa
hasta llegar a la plena incorporación en la comunidad eclesial. Esta
profundización tiene diversos grados: en el testimonio de vida de los
educadores; en el aula en momentos religiosos importantes para el centro
y ofertando libremente la participación en momentos celebrativos
destacados.
Las líneas de acción propias del catecumenado suponen la atención
adecuada a las distintas etapas de catequesis sacramental, que se ha de
incluir en una más amplia pastoral familiar; la acogida y seguimiento de
los antiguos alumnos, ofertando momentos para el encuentro y la
continuidad del proceso evangelizador trinitario que comenzó en su
período escolar; la formación de los padres y madres de alumnos, así
como su participación en el proceso evangelizador; la oferta de procesos
catequéticos para adultos, dirigidos especialmente a padres y profesores
del centro; los grupos juveniles trinitarios.
Grupos Juveniles Trinitarios
Los grupos juveniles trinitarios son un elemento esencial de este
tercer círculo. Si bien los grupos de reflexión que se dan en el ámbito
extraescolar no son responsabilidad directa de la pastoral escolar, el
proceso trinitario de evangelización de nuestros centros educativos los
debe preparar y promover, en coordinación con el responsable de la
Pastoral Juvenil Vocacional de la comunidad y de acuerdo con la
programación y el acompañamiento del Equipo Provincial de Pastoral
Juvenil Vocacional.
Desde el centro educativo se cuidará de modo especial dar
facilidades para el horario de estos grupos, evitando la confrontación
con otras actividades extraescolares, integrando a sus animadores en el
conjunto de los educadores, siendo reconocidos como miembros de la
comunidad educativa, buscando que tengan como finalidad la incorporación
a grupos de vida trinitarios y marcando un claro compromiso social.
Estos grupos juveniles deben establecerse desde una coordinación
con la pastoral juvenil de la parroquia, como parte de un proceso
eclesial mayor. Allí donde el centro educativo esté integrado en una
parroquia de titularidad trinitaria se habrá de realizar una labor
coordinada de atención y seguimiento de los grupos juveniles
trinitarios. |
|